Hay amor paso, a paso y silencio, a
silencio.
Como un alma en pena, esperando ese presagio
donde tu alma y la mía yacen entre suspiros.
Agonizo ente los anhelos delirantes de esta
locura.
Donde como dos chiquillos nos batimos a
duelo.
Que importa si nuestros amaneceres ya no
tienen
el mismo color, de nuestros años dorados.
Ni que mi piel ya no luzca, con el brillo de mis 20 años.
Ni mis ojos tenga, ese
brillo que tanto te hechizaba.
Si aun guardo en mi retina, tus caricias.
No habrá amaneceres.
Si a mi despertar no encuentro el calor de
tu aliento.
Paso, a paso, y silencio, a silencio.
Caminando a nuestro estanque dorado refugio
de dos almas gemelas.
Carmen Sanchez.
