Pensamientos que vienen y van, como las olas del mar...
jueves, 7 de junio de 2012
SUEÑOS
Sentía como mi corazón, corría a mil por hora. Los pies me
dolían cantidad y los notaba frio, pero yo no dejaba de correr—era como si
alguien me estuviera vigilando con mil ojos. Los sentía clavados en mi espalda,
pero no podía darme tregua, sabía que si en algún momento me detenía, los mil
demonios se me echarían encima, como lobos hambrientos. En mi endemoniada
carrera, creía sentir, como alguien me llamaba, pero yo no podía parar de correr.
Tenía un miedo atroz. Pues me sentía perdida, nada me resultaba conocido. En mi
loca carrera, sentí quétiraban de mi
brazo, como si me quisieran dar la
vuelta, pero di un tremendo tirón y me zafé de quien me tenia cogida. Intente
seguir corriendo, pero me dieron alcance. Dios. Qué horror, sentía la cara mojada
como si estuviese lloviendo. Lo más curioso es que, sentía el agua a ráfagas,
como cuando te mojas las manos y las sacuden encima. De pronto la respiración
se me fue apaciguando, casi al mismo tiempo que dejaba de correr. Como tomando
conciencia de porqué corría, y donde me encontraba. De pronto un pitido
estridente me taladraba el oído, y de pronto me veo dando zarpazos en busca del
maldito despertador.
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