lunes, 7 de octubre de 2013

Hoy el verso 
llora pegado
a mi piel.
 
 
 
 
 
Entendí
que la vida es corta.
Que hay que vivirla
cada minuto
segundo, a segundo.
Y que el amor
hay que debérselo...
como se bebe agua.
 
 
 
 
Me despido
una y otra vez
de noches
inciertas
de verbos
muertos.
Tan muertos
que ni siquiera
cenizas hacen.
 
 
No se puede
poner barreras
a los sueños .
Siempre y
cuándo seas
capaz de discernir.
Entre la realidad
de la ficción.
Un alma que 
sueña se siente
liberada.
 
Carmen Sánchez.

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